lunes, 10 de febrero de 2014

Stress y embarazo (La historia de Ana Belén)


Tengo una historia que contarles,  es sobre una paciente que tuve, como entenderán no voy a decirles su nombre, pero la llamaremos Ana Belén.
Ana Belén y su esposo, deseaban tener un segundo bebe, ya había pasado 4 años desde su primer parto, pero como no salía embarazada, comenzó a asumir otros proyectos como una maestría.
Ella tenía que organizar su tiempo entre su hijo, las responsabilidades del trabajo, la casa y la maestría­; afortunadamente tenia  quien  la ayudara, pero recaía en ella que todo estuviera bien en casa, su esposo trabajaba fuera de lima y solo venia los fines de semana .
Ana Belén se esforzaba por no descuidar ninguna de sus responsabilidades, y cuando pensó que todo estaba bajo control, ella descubre que estaba embarazada; se había hecho realidad uno de sus sueños, darle un hermanito a su hijo mayor pero ya se había embarcado en la maestría, solo le faltaba un año, así que decidió continuar con la misma rutina.
El trabajo era exigente pero  tenía que acomodarse de la mejor manera, lamentablemente  todo esto origino que Ana Belén sufriera una parálisis facial, no podía controlar algunos músculos de su cara, le era difícil comer y cerrar los ojos, ocasionándole ojo seco. La mayor preocupación de Ana Belén no era la apariencia de su rostro, ni las incomodidades propias de la parálisis facial, sino el bienestar de sus bebe que estaba en su vientre, ella me decía: - “estuve sometida a mucho stress y no fui consciente de eso, mi organismo no lo soporto y me dio  parálisis facial, tengo temor de que esto haya afectado a mi bebe”.

Es reconocido que el stress en el embarazo puede generar una serie de complicaciones para el bebe como prematuridad, bajo peso al nacer, hiperactividad, déficit de atención y más; pero si es  intenso y por un periodo prolongado. Usualmente usamos la denominación de stress muy ligeramente confundiéndola  con la ansiedad, la angustia y otros. Definitivamente un especialista nos ayudara a reconocer si estamos pasando por un cuadro de stress, algunas pistas de que estamos estresadas son el cansancio permanente, el insomnio, las contracturas musculares, el aumento de la presión arterial, entre otros.

Para continuar la historia,  Ana Belén me contacto para llevar el taller de estimulación prenatal. Después de haber  escuchado su experiencia, me puse a reflexionar sobre las dificultades de la vida, situaciones difíciles que pasamos todos sin excepción niños, adultos y ancianos, pero a la vez estas situaciones nos impregnan de fortaleza y sensibilidad. Fortaleza para no decaer frente a  la adversidad y superar vallas cada vez más altas, y sensibilidad  para comprender el dolor ajeno. Entonces, lo que  sucedido  con Ana Belén, fue una situación difícil para él bebe también, pudiendo haberse convertido  en su  primera lección de vida, desde  el vientre materno.
Ana Belén llevo los 4 últimos meses de embarazo  con otra actitud, sus miedos no la dominaban y podía visualizar a su bebe  y comunicarse con él a través de las manos, los sonidos, los movimientos y mejoro su percepción de lo sucedido, llamando a su bebe “mi héroe” por lo fuerte que había sido en los  meses anteriores. Empezó a enviarle mensajes positivos, a buscar espacios para disfrutarlos en familia, a involucrar a su esposo y a su hijo en la estimulación prenatal, a ser más flexible con sus responsabilidades, todo para lograr un ambiente adecuado para el mejor desarrollo de su bebe, esto aunado a que en su chequeo médico no encontraban ninguna complicación, le daban a ella y a su esposo la tranquilidad en esta dulce espera.

Una experiencia fuerte que les tocó vivir a esta familia pero sin duda género y generara una enseñanza de vida para los protagonistas y para quienes lean esta historia.



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